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viernes, 7 de octubre de 2011

El bolígrafo de gel verde.

A pesar de que mi anterior comentario sobre libros no tuvo ningún éxito, voy a hablar sobre "El bolígrafo de gel verde". Ya se sabe, lo prometido es deuda.

La historia del libro y del autor, no la que cuenta sino la suya propia, me atrajo desde que la conocí. Eloy Moreno, el escritor, no encontró editorial que le publicase el libro y decidió autoeditarse. Recorrió las librerias de su ciudad ofreciendo su obra y la promocionó lo mejor que pudo, con sus propios medios. Parece ser que logró convencer a una cadena de librerias y que, de algún modo, empezó a correrse la voz de la existencia de este libro. Las opiniones de los lectores hicieron que una editorial de las de verdad, de las importantes, Espasa, se fijase en él y (ya sobre seguro) decidiese editarlo, haciendo realidad el sueño de Eloy Moreno. Y hasta aquí la historia del libro, no la de dentro sino la que lo envuelve y la que, no nos engañemos, está ayudando a promocionarlo.

Lo otro, lo que cuenta, podría ser la vida de cualquiera de nosotros. La vida tediosa que todos compartimos. Creo que no es difícil verse reflejado en los personajes, sobre todo en el protagonista, con independencia de cuál sea el sexo del lector, (el protagonista es un hombre). Días iguales que se repiten, sin tiempo para que recuerdes qué era lo que habrías querido hacer, pero con la seguridad de que no era eso. Y a mi juicio ese es su acierto, la cercanía, la simpleza de la historia. Eso es lo que te engancha. Porque el libro se lee muy rápido y es difícil dejarlo para luego.

He leído alguna crítica que habla de la filosofía subyacente y lo compara con "La insoportable levedad del ser", de Milan Kundera. Para mí todo eso es exagerado. No da para tanto. Entretenido, fácil de leer. Incluso, incluso, podríamos llegar a decir que es interesante. Pero de ahí a hacerlo paradigma de una reflexión filosófica sobre nuestros tiempos, hay un camino. Y, a mi entender, "El bolígrafo de gel verde" no lo recorre.

En cuanto al estilo, el comienzo no me gusta. Al igual que me ocurre con "Si a los tres años no he vuelto", se me antoja pretencioso. Pero es solo el primer capítulo. Luego el estilo cambia y se hace rápido, ameno. Para ser una primera novela (aunque es la primera publicada, no sabemos si la primera escrita), no está mal.

Para mí, lo peor es el final. Pero es que a mí no me gustan los finales felices. Y este es de película romántica. Todo sale bien. No es por nada, pero no me lo creo.

En definitiva, un buen libro. Fácil de leer, cercano, que cuenta una historia que le puede pasar a cualquiera. Y así te hace sentir, como si tú fueras ese cualquiera.

A ver si esta vez tengo suerte, alguno de vosotros ha leído el libro y decide compartir sus comentarios.

Para la semana que viene, "Riña de gatos".

3 comentarios:

  1. Como termina bien, lo apuntaré a mi lista de próximas lecturas, ya sabes que a mi lo que mmás me gusta es un final feliz.

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  2. Un libro triste, muy triste aunque el final sea un final onírico. Se lee muy bien, lenguaje directo sin rodeos y porque es difícil no sentirse identificado en muchas partes del libro. Escrito sin florituras pero me ha gustado. Esperemos a su segundo libro si tiene tanto éxito.

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  3. Hola, Pepa,
    muchas gracias por tu reseña!

    Me ha encantado eso de que el libro te hace sentir.

    Un abrazo.

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