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sábado, 4 de febrero de 2012

El amigo americano

Hoy voy a dejar otro relato antiguo, de los que encontré cuando estaba haciendo la mudanza. Éste lo escribí un poco más tarde, en 1997. El estilo ya es más parecido al que tengo actualmente, pero la historia ha envejecido peor. El el cuento se habla de cartas, de las de verdad, las que recibíamos en el buzón. Y no me refiero a las de los bancos, ni a la publicidad, sino a aquéllas que escribíamos con bolígrafo y papel y que nos mantenían suspendidos, esperando las noticias de vuelta, varios días. Ahora ya casi ni se usan. Estoy segura de que hay algunas personas, las más jóvenes, que nunca han recibido ninguna.

Y no quiero yo ser una antigua y decir que repudio el correo eléctronico, internet y los móviles. Ni mucho menos. Sin algunas de estas cosas casi ya ni sabría vivir. Y ni siquiera tendría este blog. Pero es cierto que las cartas eran más románticas. Si incluso hay un género literario que es la epístola.

El caso es que el relato de hoy (como página a la derecha) va de eso, de cartas. Y no ha envejecido bien. Me temo que si sustituyese las cartas por correos electrónicos, sms o Whatsapp, no sería lo mismo.

Ahí os lo dejo. Una mirada al pasado, a un pasado muy reciente, pero que ya ha quedado obsoleto.

3 comentarios:

  1. Pues yo no debo entrar en la categoría de "los más jóvenes" porque sí sé lo que es abrir todos los días el buzón ansiosa de encontrar una carta o cartearme desde el pueblo con las amigas de la capital cada verano...
    Este relato puede ser el comienzo perfecto de una novela romántica perfecta.
    Virginia

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  2. Pues no estoy de acuerdo con que envejece mal. Susitúyelo por un chat y ya está actualizado. Eso sí, as cartas eran más románticas. Me ha gustado mucho el relato. Susana me da pena al final. Ese miedo a algo que salga mal que no quieres que salga mal es muy normal en el sentimiento humano. No es de valientes, es más, no la entiendo mucho pero ocurre muy a menudo. Muy entretenido y digno de escribirse en cualquier dominical de nuestros periódicos.

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  3. Me ha gustado, me he sentido dentro de la historia...
    Rosa

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