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viernes, 7 de septiembre de 2012

El abuelo que saltó por la ventana y se largó


Ésta es la primera novela del autor, Jonas Jonasson, y ha tenido un gran éxito de ventas. La leí llevada por ese éxito y por la recomendación de algunos de sus lectores. Lo cierto es que no ha cubierto todas mis expectativas. Es una novela entretenida, bastante absurda y puede servir para pasar el rato, pero, desde mi punto de vista, está sobrevalorada.

El personaje principal (un centenario que se escapa de la residencia el día de su cumpleaños) vive una serie de aventuras, a cada cual más disparatada, con un grupo de gente que se le irá uniendo del modo más raro que puedas imaginar y que son, ellos mismos, extraños. A eso se une la vida del protagonista, que nos llega en “flash-back” y que nos da un repaso por los acontecimientos más importantes del siglo XX de un modo ya no irreal, sino imposible.

Allan, el protagonista, recuerda a Forrest Gump y al personaje principal de alguno de los libros de Eduardo Mendoza (“La aventura del tocador de señoras”, “El misterio de la cripta embrujada”, etc.) Una mezcla en todo caso surrealista, pero que podría resultar bien. Sin embargo, desde mi punto de vista, su coincidencia con personas y hechos históricos es aún menos creíble que la de Forrest, y Allan menos gracioso que el protagonista de Mendoza. Para resultar mejor debería tener algo más de la humanidad del primero o caer totalmente en el disparate, como el segundo. En definitiva, a Allan le falta algo. Creo que cercanía. No llegas a cogerle cariño a ese centenario que no puedes calificar de loco pero que nunca, ni de joven, fue cuerdo. Y eso, en un libro, no es bueno. La  conexión del lector con los personajes (a ser posible con los principales) es fundamental.

Por lo que se refiere al estilo, es sencillo, fácil y rápido de leer. Me recuerda a otros libros de autores nórdicos. Supongo que, de algún modo, tienen fuentes comunes. Incluso la trama que sucede en la actualidad podría ser parte de alguna de las novelas negras suecas e islandesas que tan famosas se han hecho en los últimos años. Siempre y cuando los personajes fuesen más creíbles…

En definitiva, yo la calificaría (a pesar del éxito que ha obtenido) como una novela sin pretensiones, para pasar un rato entretenido. Por lo que se refiere al autor, como he señalado, no me disgusta su estilo por lo que, si es capaz de componer una historia más verosímil (o definitivamente imposible, quién sabe) quizá sea algo más que un autor de un solo éxito. El tiempo dirá.

3 comentarios:

  1. He leido la novela y tengo que decir que lo he hecho con carcajada tras carcajada. Divertida, muy divertida . Las situaciones, sí, son inverosímiles, pero creo que lo cuenta bien y, sí creo que el personaje conecta con el lector. Una novela llena de fantasías divertidas. Cierto que recuerda a Forrest Gump y a los personajes de Euardo Mendoza, pero para mí no importa. Novela fresca.

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  2. Estoy más de acuerdo con Santi, aunque cuándo lo lea comentamos.

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    Respuestas
    1. Guillermo, no es por contradecir a uno de mis primeros seguidores pero, ¿cómo puedes estar más de acuerdo con Santi (o conmigo) si no te has leído la novela?

      Pepa

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