Llevaba algún tiempo sin hacer
ningún comentario sobre mis lecturas en este blog y alguien podría pensar que
ya no leo tanto como antes. Nada más lejos de la realidad. Lo único que ocurre
es que mis últimas lecturas no me han impactado demasiado.
He dudado mucho si hacer o no una
reseña sobre la trilogía de la autora británica E.L. James. ¿Cómo escapar a ese
libro (libros, en este caso) del que todo el mundo habla? Yo no pude. Eso de no ser capaz de opinar, de
tener que mantenerme callada en todas las conversaciones del verano, me sacaba
de quicio. Por eso me lo leí. El primer libro. Ni que decir tiene que no me
gustó. Es una novela romántica, mal escrita, que no ofrece lo que promete. El morbo que se ha creado sobre el libro
erótico del año, el porno para mamás, me parece totalmente injustificado.
Como digo, me leí el primer libro
para poder opinar sobre este fenómeno editorial. ¿El resultado? el que he
señalado en el párrafo anterior: estilo que deja mucho que desear, con
contenido insulso (al menos para mi gusto) y con pasajes que pretenden ser
duros y que no llegan a ser más que descripciones sin un ápice de poder de
evocación. Conclusión: no me gusta. Y no es de extrañar, porque a mí las
novelas rosas, con final feliz, no me van. Además, me gustan los libros bien
escritos. Y sobre las posibles sorpresas depravadas que esconden sus páginas,
¿qué queréis que os diga? Cualquier persona con una cierta edad (como yo) que
haya leído varias novelas de “La sonrisa vertical” y “Sexus”, de Henry Miller,
encontrará que “Cincuenta…” no aporta ninguna novedad, y además, su poder de
evocación es más bien escaso.
A pesar de eso me leí las dos
siguientes. Yo soy así. Cuando empiezo una cosa me cuesta no terminarla.
También tenía la esperanza de que mejorase. No es así. Es más, va a peor. Diría
que la mejor de las tres (malas todas ellas) es la primera. Pero ya veis, ahí
está, el fenómeno editorial del año pasado. Mientras otros no conseguimos que
nos publiquen más que un relato en un libro conjunto…. Cosas de la vida.
Pero no quería terminar esta entrada
sin hablar de una lectura que realmente me ha gustado. Como ya sabéis, Almudena
Grandes es una de mis autoras preferidas. Y si todos sus libros me llegan,
también lo hacen los relatos que publica cada domingo en El País semanal. Os
recomiendo el que ha aparecido hoy “La vida eterna”. No puedo sentirme más
identificada. Me recuerda a otro que publiqué en este mismo blog, “Igual que tu
madre”. Sé que el mío no está a la altura, pero los sentimientos que lo
inspiraron son, sin duda, los mismos. Grande, muy grande, Almudena.
Totalmente de acuerdo contigo. Y que conste que a mi me encantan las novelas con final feliz, pero me ha costado bastante terminar las "sombras".
ResponderEliminarVicky
Gracias por tu reseña, ya se que libros no voy a leer.
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