Ésta es la primera novela del
autor, Jonas Jonasson, y ha tenido un gran éxito de ventas. La leí llevada por
ese éxito y por la recomendación de algunos de sus lectores. Lo cierto es que
no ha cubierto todas mis expectativas. Es una novela entretenida, bastante
absurda y puede servir para pasar el rato, pero, desde mi punto de vista, está
sobrevalorada.
El personaje principal (un
centenario que se escapa de la residencia el día de su cumpleaños) vive una
serie de aventuras, a cada cual más disparatada, con un grupo de gente que se
le irá uniendo del modo más raro que puedas imaginar y que son, ellos mismos,
extraños. A eso se une la vida del protagonista, que nos llega en “flash-back”
y que nos da un repaso por los acontecimientos más importantes del siglo XX de
un modo ya no irreal, sino imposible.
Allan, el protagonista, recuerda
a Forrest Gump y al personaje principal de alguno de los libros de Eduardo
Mendoza (“La aventura del tocador de señoras”, “El misterio de la cripta
embrujada”, etc.) Una mezcla en todo caso surrealista, pero que podría resultar
bien. Sin embargo, desde mi punto de vista, su coincidencia con personas y
hechos históricos es aún menos creíble que la de Forrest, y Allan menos
gracioso que el protagonista de Mendoza. Para resultar mejor debería tener algo
más de la humanidad del primero o caer totalmente en el disparate, como el
segundo. En definitiva, a Allan le falta algo. Creo que cercanía. No llegas a
cogerle cariño a ese centenario que no puedes calificar de loco pero que nunca,
ni de joven, fue cuerdo. Y eso, en un libro, no es bueno. La conexión del lector con los personajes (a ser
posible con los principales) es fundamental.
Por lo que se refiere al estilo,
es sencillo, fácil y rápido de leer. Me recuerda a otros libros de autores
nórdicos. Supongo que, de algún modo, tienen fuentes comunes. Incluso la trama que
sucede en la actualidad podría ser parte de alguna de las novelas negras suecas
e islandesas que tan famosas se han hecho en los últimos años. Siempre y cuando
los personajes fuesen más creíbles…
En definitiva, yo la calificaría
(a pesar del éxito que ha obtenido) como una novela sin pretensiones, para
pasar un rato entretenido. Por lo que se refiere al autor, como he señalado, no
me disgusta su estilo por lo que, si es capaz de componer una historia más
verosímil (o definitivamente imposible, quién sabe) quizá sea algo más que un
autor de un solo éxito. El tiempo dirá.
He leido la novela y tengo que decir que lo he hecho con carcajada tras carcajada. Divertida, muy divertida . Las situaciones, sí, son inverosímiles, pero creo que lo cuenta bien y, sí creo que el personaje conecta con el lector. Una novela llena de fantasías divertidas. Cierto que recuerda a Forrest Gump y a los personajes de Euardo Mendoza, pero para mí no importa. Novela fresca.
ResponderEliminarEstoy más de acuerdo con Santi, aunque cuándo lo lea comentamos.
ResponderEliminarGuillermo, no es por contradecir a uno de mis primeros seguidores pero, ¿cómo puedes estar más de acuerdo con Santi (o conmigo) si no te has leído la novela?
EliminarPepa